Dios es enano... y juega con la 44.
Capitán, líder y orgullo del básquet uruguayo,dentro y fuera de la cancha.
Un recorrido por los momentos más importantes de una carrera legendaria
Debuta en Montevideo BBC el 08 de Octubre en cancha de Bohemios vs Aguada.
Pasa a Goes y lo defiende hasta 2003, previo a su experiencia en Europa.
Juega en Otero de Cambados (Liga EBA).
Regresa a Uruguay y firma con Aguada (LUB); semifinalista en 2004.
Durante el receso de LUB disputa el Metro con Olivol Mundial.
Llega a la final de la LUB 2004/05.
Juega el Metro con Larrañaga.
Comienza la etapa dorada con el playero.
Campeón de la LUB 2006/07 con Malvín y MVP de las Finales.
Medalla de bronce con Uruguay en Río; 24 puntos ante Argentina.
Breve y olvidable (por motivos externos) paso por la LPB de Venezuela con Guaros de Lara.
Doble imposible en la hora para ganar un clásico inolvidable un 5 de enero ante Unión Atlética.
Campeón de la LUB 2010/11 con Malvín.
Campeón de la LUB 2013/14 con Malvín.
Campeón de la LUB 2014/15 con Malvín.
Capitán y referente en su regreso al misionero.
Con Goes le anota 31 puntos a Aguada y gana un clásico histórico.
Figura del Metro con Colón.
Integra el plantel de Urupan en LUB 2022/23.
Juega la LUB con Urunday Universitario.
Vuelve al club de origen para disputar el Metro.
Tras 28 años de carrera, se despide: Se retira un jugador… nace una leyenda.
El Club Atlético Goes y el Club Montevideo BBC anuncian que la camiseta con el número 44, usada por el Enano, será retirada para siempre en homenaje a su trayectoria y legado.
"Dios es Enano"
El lema que acompañó cada título, cada clásico y cada noche mágica del Enano.
Más que un jugador, un ejemplo para generaciones
El "Enano" no fue solo un jugador de básquetbol, fue un símbolo, un espejo en el que se miraron generaciones enteras. Durante más de dos décadas en las canchas, combinó talento, garra y un compromiso absoluto con cada camiseta que defendió.
Dicen que "no hay que conocer a tus ídolos porque te vas a decepcionar", pero con el Enano pasó todo lo contrario: cuanto más lo conocías, más lo admirabas. No solo por lo que hacía con la pelota, sino por la persona que era fuera del rectángulo de juego. Cercano, humilde, siempre dispuesto a una foto, una charla o un consejo, trataba igual a un niño que a un compañero de mil batallas. (Fuente: Publicación de hincha en Facebook, Federico Guillén, 2016)
De chicos, todos quisimos ser el Enano. Intentamos imitar su flotadora en las canchas de barrio, soñamos con vestir el número 44 y aprendimos que la verdadera grandeza no se mide en centímetros, sino en el tamaño del corazón. Él nos enseñó que se puede ser gigante sin medir dos metros, que el coraje y el amor por el juego pesan más que cualquier estadística. (Fuente: Carta de despedida en página "Hinchada Playera", 2016)
Cada niño que agarra una pelota en Uruguay sueña con repetir sus jugadas, con ser como él. El #44 no es solo un número: es un estandarte, una bandera, un recordatorio de que la pasión, la humildad y la entrega pueden convertir a un jugador en leyenda.
El Enano se retira como jugador, pero su historia sigue viva en cada rincón donde pique una pelota. Porque su huella está en las canchas, en la tribuna, en los recuerdos de clásicos inolvidables y en el corazón de quienes alguna vez lo vieron jugar. Y sobre todo, en la certeza de que el verdadero éxito se mide en el impacto que dejamos en los demás.
Una última ovación… dejá tu mensaje para el Enano.